En busca de recuperar su economía, la cual se encuentra completamente debilitada a causa de la pandemia, Belice decidió recurrir a un proceso innovador.
Resulta que este país centroamericano aceptó una propuesta por parte de la ONG estadounidense The Nature Conservancy, misma que consiste en pagarle a sus acreedores con una condición: parte del ahorro realizado será destinado a proteger el medio ambiente marino.
Este mecanismo, llamado “deuda por naturaleza”, es considerado una herramienta financiera innovadora para salvaguardar los ecosistemas en la lucha contra el cambio climático y la sobreexplotación.
De esta manera, la ONG compró deuda soberana emitida por Belice en 553 millones de dólares, equivalente a un cuarto de la deuda pública de aquella nación, negociando un descuento con los acreedores del 45%. Posteriormente, dicha deuda se convirtió en un préstamo de 364 millones de dólares para el país, lo que a su vez permitió liberar 180 millones a favor del hábitat marino comprendiendo un periodo de 20 años.
“A causa de la pandemia por Covid-19, habíamos perdido casi el 14% de nuestro PIB. Con una tasa de desempleo enorme, ya no había suficiente dinero para administrar el país, esto sin mencionar el pago de la deuda externa”, señaló Johnny Briceño, primer ministro de Belice.
“Nosotros creemos que todos ganamos con esto”, indicó.
Hoy día, la costa de Belice alberga la barrera de coral más grande del hemisferio norte; además, representa un hábitat valioso para diferentes especies en peligro de extinción, tales como manatíes, tortugas y cocodrilos. No obstante, el calentamiento de los océanos a raíz de la crisis climática, aunado a la sobrepesca y el desarrollo costero, amenazan con destruir este delicado ecosistema.