En la actualidad, los arrecifes de ostras en California, Estados Unidos, han dejado de producir perlas. En su lugar, están llevando a cabo una labor necesaria para la preservación de su ecosistema: la protección de la costa.
Y es que ante la inminente erosión provocada por el aumento del nivel del mar, la bahía de San Diego ha llenado su línea costera de ostras. En ese sentido, los científicos locales esperan que dicha medida ayude a mitigar los estragos causados por el calentamiento global.
“Hemos observado diferentes formas de ayudar a combatir la subida del nivel del mar, y estos arrecifes de ostras son una de las mejores herramientas que tenemos para hacerlo”, señaló Eileen Maher, directora de Conservación Ambiental del puerto de San Diego.
Esta iniciativa, denominada como Native Oyster Living Shoreline Project, inició en diciembre del año pasado con el propósito de crear una barrera que resguarde la costa de la bahía de San Diego. Para ello, se instalaron más de 300 “reef balls”, esferas hechas de cemento, arena y conchas trituradas, que funcionan como arrecifes artificiales para atraer ostras vivas y se alojen en ellas.
“Las ostras brindan múltiples beneficios, incluyendo la filtración de agua y hacerla más limpia para todos. Sin duda, la barrera es de gran ayuda para reducir cualquier marejada ciclónica cercana al humedal”, aseguró Maher.
El proyecto fue diseñado para dar resultados en un periodo de cinco años; sin embargo, los investigadores aseguran que ya es posible apreciar diminutos organismos en los arrecifes.