Los niveles de metano en la atmósfera crecieron durante 2020 y marcaron el mayor aumento desde que comenzaron los récords en 1983. Hay nuevos datos que muestran que tanto el metano como el dióxido de carbono llevaron a cantidades récord en la atmósfera el año pasado a pesar de que la pandemia del coronavirus puso freno a la economía mundial.
El metano, que es 28 veces más potente que el dióxido de carbono como factor en el calentamiento global, proviene del uso de combustibles fósiles como carbón y gas y de fuentes microbianas en pantanos, vacas y basurales. Casi 60% de las emisiones de metano provienen de la actividad humana mientras que el resto surge naturalmente de pantanos y deshielos.
Los datos que brinda la National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos (NOAA) muestran que las concentraciones de metano crecieron en 2020 14,7 partes por cada 100.000 millones.
A principios de abril, el Laboratorio de Monitoreo Global normalmente se publica una estimación preliminar del aumento atmosférico anual global de los principales gases de efecto invernadero desde el 1 de enero de un año hasta el 1 de enero del próximo año. Esta estimación preliminar se basa en mediciones de muestras de aire semanales recolectadas en aproximadamente 40 sitios en todo el mundo.
Si bien las estimaciones preliminares del LMG suelen ser un poco más altas que el cálculo final, que incorpora mediciones adicionales, es probable que el aumento de 2020 siga siendo uno de los más grandes de todo el registro.
"Aunque el aumento de las emisiones de fósiles puede no ser totalmente responsable del reciente crecimiento de los niveles de metano, la reducción de las emisiones de metano fósil es un paso importante hacia la mitigación del cambio climático", dijo el químico investigador de LMG Ed Dlugokencky.