Mientras que las fuertes tormentas tienen a Nueva York en una profunda inundación; en Brasil, la escasez de lluvia ha provocado que el gobierno acepte que están sumidos en una seria crisis energética, tanto así que ya se le ha pedido a la población local reducir el uso de algunos artículos de la vida cotidiana.
A mediados de esta semana, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque, salió en cadena nacional para explicar a la población la gravedad de la situación actual. De acuerdo con el funcionario, debido a la sequía, el gobierno nacional está solventando el consumo de energía con base en las reservas de agua.
Pero…¿Qué tiene que ver el agua con la energía eléctrica? En Brasil, la producción de energía se basa en las centrales hidroeléctricas y sin lluvia, las presas que abastecen dichas centrales están completamente secas.
Por este motivo y al ver que la ausencia de lluvia continuará por un buen rato, el ministro Albuquerque hizo un llamado a la población brasileña para reducir el uso de tres artículos en específico: al aire acondicionado, las planchas eléctricas y las regaderas, principalmente para tomar baños de agua caliente.
“Aprovechen la luz natural y, preferiblemente, dejen para las mañanas y los fines de semana las duchas calientes, el aire acondicionado y la plancha”, pidió el funcionario.
Sin embargo, ahí no paran las malas noticias, ya que los expertos prevén que Brasil sufra un incremento en el servicio de energía eléctrica de alrededor del 6.7%
Al igual que nuestro país, los problemas de sequía en Brasil se han hecho presentes durante casi todo el año. En el caso del país sudamericano, éstos comenzaron a encender las alarmas desde el mes de mayo. De acuerdo con medios locales, se espera que la situación se prolongue unos meses más, pero con el próximo cambio de estación, quizá haya una ligera mejoría.