Desde el inicio de la pandemia derivada por el Covid-19, el uso de elementos de protección como el cubrebocas han aumentado en gran medida; sin embargo, la escasez de orientaciones sobre cómo reciclarlos y eliminarlos de forma segura podrían provocar un nuevo desastre medioambiental.
Así lo dio a conocer Steve Fletcher, director de Revolution Plastics de la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, al revelar un estudio encabezado por dicho centro el cual indica que los residuos de mascarillas aumentaron un 9,000% entre marzo y octubre de 2020.
La investigación publicada en Nature Sustainbility muestra, además, una relación directa entre la legislación nacional y la aparición de residuos que incluían cubrebocas y otros productos de protección personal relacionados con el nuevo Coronavirus, como guantes y gel antibacterial.
En ese sentido, Fletcher y su equipo invitan a los gobiernos del mundo a que establezcan políticas y legislaciones para la eliminación de las mascarillas usadas cuando éstas sean de carácter obligatorio.
“Hay una clara necesidad de garantizar que la exigencia de estos artículos esté acompañada de campañas de educación para limitar su desecho en el medio ambiente”, explicó el líder del estudio.
Y es que la mayoría de los cubrebocas se fabrican con materiales plásticos de larga duración y, al desecharse, pueden persistir en la naturaleza durante décadas o incluso, cientos de años.
“A pesar de que se les ha dicho a millones de personas alrededor del mundo que usen mascarillas para protegerse, se han dado pocas orientaciones sobre cómo eliminarlas adecuadamente y reciclarlas de manera segura. Si no se mejoran las prácticas de eliminación, muy probablemente se avecine un nuevo desastre medioambiental”, concluyó Fletcher.