Este fin de semana, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió que a partir de ahora “será muy duro con quien derribe un árbol en la Amazonia” y puso como plazo el año 2030 para acabar totalmente con la deforestación del llamado pulmón del mundo.
Tras asistir a un concierto a favor del medioambiente en París, Francia, organizado por la ONG Global Citizen, el mandatario resaltó que la Amazonia representa un territorio soberano de Brasil, pero al mismo tiempo pertenece a toda la humanidad. Por este motivo, aseguró que junto a su gobierno hará lo necesario para mantener el bosque en pie.
Aunado a ello, Lula recordó todos los beneficios que brinda este lugar y recordó que el país sudamericano cuenta con un 87% de matriz renovable frente al 27% de media mundial.
“Me gustaría que todos vinieran a Brasil en 2025, cuando celebremos la COP30 en Belém y hablen de la Amazonia como el pulmón del mundo”, declaró.