Para la comunidad científica, no es para nada un secreto que las rocas contienen una importante reserva de carbono, misma que procede de antiguos animales y plantas. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, ha revelado que las rocas liberan tanto dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera como lo hacen los volcanes.
Lo anterior resulta por demás sorprendente, toda vez que al pensar en fuentes de CO2, generalmente se voltea a ver hacia las emisiones industriales y los combustibles fósiles; pero con este reciente hallazgo, se establece que las rocas también juegan un papel importante en el ciclo del carbono de la Tierra.
“Nuestros resultados plantean interrogantes, aún no plenamente estudiadas, sobre cómo la erosión y la meteorización impulsan el ciclo del carbono a largo plazo y contribuyen al fino equilibrio de los flujos de carbono entre la atmósfera, la biosfera y la litosfera”, se lee en el artículo publicado por la revista Nature.