El océano, uno de los mayores depósitos de calor antropogénico, es capaz de absorber más del 90% del exceso de energía derivada del cambio climático; sin embargo, un nuevo estudio descubrió que en la última deglaciación, ocurrida hace 12 mil años, su capacidad de almacenamiento era hasta diez veces más que ahora.
¿Cuáles son los mecanismos responsables de la captación o almacenamiento de calor oceánico y hasta qué punto puede ser grande su eficiencia? Para responder estas preguntas, un equipo internacional de científicos chinos y estadounidenses ejecutó simulaciones y reconstrucciones directas, las cuales demostraron que el calentamiento tridimensional de los océanos durante la última deglaciación fue muy poco uniforme y que el calentamiento más intenso se produjo a profundidades intermedias, situación que contrasta con las observaciones actuales.
“En el transcurso del último siglo, el mayor calentamiento del océano se ha producido en la capa más superficial, los 500 metros superiores, con un calentamiento relativamente débil en el océano profundo”, señaló Chenyu Zhu, coautor de la investigación publicada en la revista Science Advances.
“No obstante, las observaciones paleoceonagráficas sugieren que, a largo plazo, el calentamiento de los océanos profundos puede ser comparable o mayor que el de la superficie, con una eficiencia de almacenamiento de calor oceánico durante la última deglaciación unas diez veces superior a su valor actual”, añadió.
El presente estudio subraya el importante papel del patrón del calentamiento de la superficie y del cambio de circulación oceánica en el cambio a largo plazo del almacenamiento de calor oceánico. Además, plantea que el océano puede servir como un depósito de energía mucho mayor en el sistema climático de lo que implican las observaciones contemporáneas.