Elon Musk entregará un premio de 100 millones de dólares a la mejor tecnología de captura de carbono.
El cofundador y CEO de Tesla, compañía productora de vehículos eléctricos, realizó el anuncio a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, donde aseguró que los detalles se darán a conocer la próxima semana.
La captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) se refiere a un conjunto de aplicaciones tecnológicas que tienen el propósito de reducir las emisiones de este gas de efecto invernadero en la atmósfera, apunta un documento de la Secretaría de Energía (Sener).
Lo consiguen a través de capturar el CO2 y almacenarlo en el subsuelo de forma segura y permanente. Por ejemplo, en depósitos agotados de petróleo, en mantos de carbón o en formaciones muy profundas de agua con alto contenido salino.
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), esta tecnología es necesaria para alcanzar la neutralidad de carbono, es decir, emitir tanto CO2 como el que se remueve de la atmósfera.
A nivel mundial, la captura y almacenamiento de carbono es la segunda medida más importante para lograr la neutralidad en el sector industrial, sólo por debajo de la eficiencia energética.
¿Cómo funciona?
La captura, uso y almacenamiento de CO2 (CCUS, por sus siglas en inglés) sigue una secuencia de pasos para asegurar que se almacene este gas, señala el "Mapa de Ruta Tecnológica de CCUS en México" de la Sener.
Los gases de efecto invernadero, que exacerban el cambio climático, no están compuestos sólo por CO2, así que debe ser separado y enriquecido. Luego, es comprimido para hacer más eficiente su transporte.
El CO2 puede ser transportado en la tierra mediante tuberías, pipas o trenes, y en el mar a través de embarcaciones. Por último, se inyecta desde la superficie en lugares con rocas que tengan suficientes espacios vacíos para aceptar grandes cantidades de este gas y donde las condiciones prevengan fugas o retornos de CO2 al exterior.