En un final agónico, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2024 (COP29) terminó actividades con un acuerdo financiero para que los países ricos aporten 300 mil millones de dólares (mdd) anuales al mundo en desarrollo a fin de costear la acción climática.
Reunidas en Bakú, capital de Azerbaiyán, las cerca de 200 naciones lograron destrabar las intensas negociaciones para sellar este pacto, el cual reemplazará al anterior establecido en 100 mil mdd anuales.
Tras una jornada maratónica que se había extendido más de 32 horas del cierre previsto del encuentro internacional, los delegados, periodistas y público presente rompieron en aplausos y ovaciones cuando el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, bajó el martillo sobre el acuerdo financiero.
“Los estados pudientes se comprometieron a asumir una parte de la factura que la transición ecológica y la adaptación climática comporta para los países del Sur Global, que son los menos responsables históricos del calentamiento global y, al mismo tiempo, los que más sufren las consecuencias”, indicó el también ministro de Ecología y Recursos Naturales de Azerbaiyán.
“Este nuevo documento reitera una de las demandas que estos países con menos recursos llevan años manifestando en estos foros: la reforma de la arquitectura financiera internacional”, apuntó.