Sobre la calle de Ignacio Allende en el corazón de la capital mexiquense se encuentra una persona invidente que apesar de su condición sale a las calles a ganarse unos cuantos pesos para poder subsistir.
Con su guitarra entre las manos y las ganas de salir adelante esta persona sale a las calles en busca del pan de cada día dando un claro ejemplo de que el que quiere siempre puede.