Las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los países que componen el llamado G20, un foro internacional conformado por gobernantes y presidentes de bancos centrales, volvieron a crecer este año tras el breve descenso provocado por el paro de la economía a consecuencia de la pandemia por el nuevo Coronavirus, señaló el informe de Transparencia Climática 2021.
No obstante, mientras que países como Estados Unidos, China e incluso la Unión Europea han dado a conocer ambiciosos planes para recortar dichas emisiones, México no presentó ningún cambio en cuanto a sus objetivos climáticos, situación que debilitará los planes globales y en consecuencia, provocará un aumento de emisiones de dioxido de carbono (CO2) para el año 2030.
“Las emisiones de CO2 están aumentando en el G20 otra vez”, adivirtió el estudio, al mismo tiempo de recordar que a principios de este 2021, los países que lo conforman se comprometieron en actualizar sus objetivos climáticos con miras a lograr la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados centígrados.
El informe, publicado a pocas semanas de la cumbre de líderes del G20 a celebrarse en Roma (Italia) y de la Cumbre del Clima de Glasgow (Escocia), insiste en la necesidad de que los líderes de las principales economías del mundo implementen políticas de cambio hacia combustibles bajos en carbono y de mayor electrificación.
Y es que, a excepción de Reino Unido, el resto de los miembros no cuentan con estrategias ni a corto ni a largo plazo para lograr el 100% de energías renovables en el sector eléctrico.
En el caso de nuestro país, el informe detalla que México detuvo la inversión privada en energía renovable y no ha gastado en medidas ecológicas. Además, señala que “aunque México ha gastado 1% de su PIB en medidas de recuperación pandémica, prácticamente nada de ese gasto se ha destinado a medidas ecológicas; por el contrario, se aumentó el gasto de infraestructura en combustibles fósiles”.
Por si fuera poco, el escrito también reveló que las emisiones de gases de efecto invernadero en México aumentaron hasta un 60% entre 1990 y 2018; y que los objetivos climáticos para 2030 y 2050 “no están en línea para limitar el aumento de la temperatura global, según el Acuerdo de París.