Esta especie se puede encontrar en gran parte del planeta a excepción de la Antártida ya que suele ser de regiones con un clima mas tropical; en estos lugares habitan la mayoría de anfibios: ranas, salamandras y sapos. Estos seres existen incluso antes de que los dinosaurios pisaran la tierra, aproximadamente unos 370 millones de años; en la actualidad se estima que 8,200 especies se encuentren esparcidas en el planeta siendo Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y México, los países que mas variedad tienen en su territorio y específicamente alrededor de 420 viven en suelo mexicano.
Desafortunadamente hay razones por las que se encuentran en peligro de extinción, entre ellas está el deterioro de su hábitat o la perdida del mismo, también hay personas que encuentran a los anfibios como una “especie exótica”, por lo que deciden separarlas de su lugar de origen, ya sea para venderlas o explotarlas; la contaminación es otro factor importante a tomar en cuenta, así como el cambio climático que puede perjudicar bastante a estos habitantes de la tierra, por lo que se estima que un 40% esta en peligro.
Estás especies deben ser cuidados y tratados de manera amable, ya que su función en la naturaleza es importante para el ecosistema. Su importancia se vincula principalmente con la red trófica, pues son depredadores de muchos invertebrados como arácnidos e insectos, pero también son alimento de otras especies como aves y reptiles.
Los alimentos que suelen ingerir los anfibios son lagostas y algunas especies de escarabajos, pero también aquellos insectos que son una plaga para cultivos agrícolas o que transmiten enfermedades de alto riesgo para los seres humanos, como el dengue o el zika, es por esta razón que estos pequeños pueden ayudar a los humanos.
Ahora bien, la manera en la que ayudan a evitar enfermedades en la raza humana es su piel, ya que en ella se encuentran una gran variedad de sustancias con cualidades antibióticas y analgésicas. Tan buena es su piel que en algunas especies se han encontrado analgésicos más fuertes que la morfina y no se puede olvidar que también se han encontrado secreciones que pueden ayudar a tratar el Alzheimer y la diabetes tipo 2. Otras especies en la que se han realizado estudios se encontró que son capaces de regenerar extremidades amputadas; esto puede servir para encontrar una manera de ayudar a la regeneración de tejidos en los humanos, ya sea por quemaduras o algún otro accidente grave. El ajolote mexicano es una de las especies con la capacidad de regeneración.
Los estudios que se han realizado con anfibios suelen ser reconocidos mundialmente a tal grado que han logrado ser galardonados con el Premio Nobel en Medicina, a pesar de que tan solo se han investigado al rededor de cien especies de anfibios, lo que deja una gran posibilidad de que otras especies también puedan ayudar a la humanidad.