Tom Brady, de los Tampa Bay Buccaneers --en su primera campaña con el equipo, después de firmar como agente libre en el receso de temporada, tras dos décadas como el rostro de los New England Patriots--, presumiblemente cometió un error mental básico en los instantes finales de la derrota de su equipo ante los Chicago Bears, por 20-19, cuando, en la última serie del partido, aparentemente perdió la cuenta de los downs.
Brady, quien apenas la semana pasada se convirtió en el único pasador de 43 años en la historia de la NFL en haber lanzado para cinco pases de anotación en un partido, lanzó un pase a su ala cerrada, Cameron Brate, que fue cortado por el back defensivo DeAndre Houston-Carson en cuarta oportunidad y seis yardas por avanzar, desde la 41 de su propio terreno, cuando faltaban 33 segundos en el reloj del juego.
Entonces, al tiempo que ingresaba la ofensiva de los Bears para tomar posesión del ovoide por downs y sacar una jugada que sentenciara el resultado, agotando el reloj de juego, Brady se mantuvo sobre el campo, mirando hacia su banca y luego a los oficiales, mientras mostraba cuatro dedos de la mano, como preguntándose si no le quedaba una oportunidad más.
Brady se dirigió entonces a la banca, donde repasó la secuencia en la tableta electrónica, antes de azotarla por el enojo.
Los Buccaneers habían tomado posesión del ovoide en su propia yarda 25, después de que los Bears tomaran la delantera con un gol de campo de Cairo Santos, de 38 yardas, y ejecutaran un kickoff que terminó en touchback para Tampa Bay.
En primera oportunidad y 25 por avanzar, con 1:13 por jugar, Brady conectó pase de 12 yardas con Mike Evans, quien consiguió salirse del terreno de juego para frenar el reloj. A esto siguió un pase incompleto, también para Evans, en nueva primera oportunidad. En segunda y 10 por avanzar desde la yarda 37 de los Bucs, Brady encontró al corredor Ke'Shawn Vaughn, quien avanzó 4 yardas hasta la 41. En tercera, Brady no pudo conectar con Rob Gronkowski, con 42 segundos en el reloj.
Después, vino el pase incompleto a Brate, y con él, la pérdida de la posesión, pero en el proceso, Brady pareció haber perdido la cuenta de los intentos.
Al final, Chicago ganó por un punto (30-29) a unos Buccaneers que siguen esperando el despertar de su QB.