Si de valor, resiliencia y tenacidad se trata, en la NFL hay un solo hombre que es ejemplo a capa y espada de estas cualidades: Alex Smith. El quarterback de Washington Football Team volvió a ser protagonista de una escena escalofriante en el juego de lunes por la noche en contra de los Pittsburgh Steelers.
En la Semana 13, el partido se les complicó más de lo esperado a los Steelers, y en una de las series ofensivas del segundo cuarto, Smith formó parte de una jugada desafortunada, cuando uno de sus tackles ofensivos le pisó la pantorrilla de forma involuntaria.
Todo el peso del tackle de Washington se arrastró sobre la pantorrilla izquierda de Smith, lo que generó una herida que traspasó el uniforme y le llenó el tobillo de sangre. ¿Retiraron al quarterback del campo? ¡Ni locos! "Sólo límpiame", dijo Smith, y continuó en el juego.
Alex Smith vivió 21 largos y tortuosos meses en los que una infección estuvo a punto de hacerle perder la pierna derecha, pero los malos tiempos quedaron atrás y con una historia de vida digna de admirar, volvió a los emparrillados de la NFL, contra todo pronóstico médico.
Cabe mencionar que Smith regresó a la NFL para ser segundo QB, hace tres semanas, como suplente para hacerse de la titularidad y sumar dos triunfos consecutivos.