Son tiempos difíciles y los seres humanos llevamos alrededor de un año en medio de una pandemia que nos ha obligado a cambiar nuestras vidas y, sobre todo, a convivir menos con otras personas. Panasonic tiene un invento que, si bien es imposible que supla esa necesidad de conexión, está orientado a ello: Nicobo, un adorable (y flatulento) robot gatito.
Este robot de la compañía japonesa es una especie de Furby mucho más sofisticado: puede decir algunas palabras e incluso desarrollar, poco a poco, su capacidad de comunicarse. Su presencia está pensada para alegrar la vida de las personas durante el aislamiento por COVID-19, para lo que sus creadores hicieron énfasis en una característica de Nicobo: la vulnerabilidad. El robot no esconde sus ventosidades, sino que las usa para hacernos sonreír.
“Nicobo es un robot vulnerable que funciona como compañero de casa”, explica la marca en un comunicado. “Balbucea palabras y emite flatulencias que hacen reír a la gente espontáneamente. […] Como la comunicación ha disminuido debido al coronavirus, tomamos esta oportunidad para que robots y personas se comuniquen entre sí y estos últimos sonrían involuntariamente durante el tiempo que pasan en casa.”
El diseño de Nicobo es simple: se trata de una bolita gris cubierta de tela, que se asemeja a Totoro en el color y la redondez. Sin embargo, este tiene una pequeña cola de gato, un par de ojos que parpadean y la capacidad de hacer algunos movimientos. Cuando es nuevo, Nicobo no puede hablar: es a través de la comunicación con las personas que empieza a reproducir palabras y a aumentar su vocabulario.
Por ahora, la producción de Nicobo continúa en el proceso de crowdfunding y su precio ronda los 360 dólares. Después de la compra, los usuarios de este pequeño robot deberán pagar 980 yenes mensualmente (alrededor de 190 pesos mexicanos).
¿Te comprarías un Nicobo para acompañarte en casa?