Los aviones no tripulados de la aerolínea y compañía de aviación con sede en Reino Unido, Droneliner, prometen revolucionar la logística detrás del turismo y transporte de carga aérea, ya que pueden movilizarse con una autonomía de más de 12 mil kilómetros y soportar hasta 320 toneladas.
Sin embargo, lo más interesante de esta iniciativa es que detrás de ella se encuentra un equipo conformado por algunos de los ejecutivos e ingenieros más respetados y experimentados del mundo aeroespacial.
Tal es el caso de John Roberts, quien trabajó durante décadas en Airbus y colaboró en grandes proyectos como el A380; o Nicholas Cumpsty, exingeniero en jefe de Rolls-Royce y profesor emérito en el Imperial College de Londres o el MIT.
Durante una entrevista, Droneliner precisó que el primer objetivo de los aviones no tripulados será solventar los retos logísticos del tranporte por aire, presentando un diseño de fuselaje rectangular, el cual maximiza el espacio interior y permite acomodar hasta 80 contenedores en tres niveles.
Y es que en la actualidad, la mayoría de los aviones convencionales para este tipo de tareas siguen un modelo con cuerpos cilíndricos y paredes interiores cóncavas, similar a los aviones de pasajeros. Dicha configuración resulta en un desperdicio significativo en términos de volumen cúbico, pues la mercancía suele almacenarse al interior de contenedores rectangulares.
Por otra parte, la empresa explicó que la eliminación de la tripulación en la aeronave proporciona ventajas notables en cuanto a la ubicación del motor y gestión del combustible, lo que a su vez contribuye a la eficiencia y reducción del impacto ambiental.
Droneliner aún no ha revelado fechas específicas para el inicio de sus operaciones, pero su propuesta tiene el potencial suficiente de transformar la forma de viajar y transportar mercancía para siempre.