La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) dio a conocer el descubrimiento de, por lo menos, 21 antenas de telefonía celular sospechosas en la Ciudad de México, que podrían ser falsas y tener como objetivo intervenir los teléfonos celulares que se conectan a ellas. Su fin sería el de recolectar información de los usuarios de forma discrecional.
R3D explica que fue la organización chilena South Lighthouse quien descubrió las antenas, conocidas como IMSI catchers o stingrays, que son distribuidas en todo el mundo por la empresa L3Harris Techologies -entre otras compañías-, la cual posee al menos tres contratos con el gobierno mexicano.
El análisis de los expertos chilenos, conocido como Fake Antenna Detection Project (FADe), examinó 1 801 antenas ubicadas en la Ciudad de México, lo que comprendió casi 620 000 mediciones.
De acuerdo con el reporte, estas antenas están colocadas en espacios cercanos a oficinas gubernamentales, cuarteles militares y espacios de protesta social.
También se detectó otra antena con varias irregularidades cerca de la frontera de la CDMX con el Estado de México, y otra en pleno Zócalo capitalino, que fue el “tercer lugar con mayor número de inconsistencias, y el primero con mayor cantidad de antenas irregulares detectadas”. Otros puntos donde también se ubicaron torres falsas fueron los alrededores del Palacio de Bellas Artes, el Palacio Legislativo, el Heroico Colegio Militar y el Archivo General de las Notarías, por mencionar algunos.
El problema radica en que ni el Ejército ni la Marina tienen entre sus funciones las acciones de vigilancia, al menos no constitucionalmente. Además, el uso de esta tecnología no está regulado en nuestro país. Habrá que esperar a ver si se ordena una investigación más grande para conocer el verdadero objetivo de las antenas y resolver quién las puso ahí.
Esta no es la primera ocasión en la que se descubre espionaje por parte de autoridades federales. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, R3D expuso la utilización del malware Pegasus por parte del gobierno para espiar a periodistas.