Después de casi dos años de desarrollo bajo el nombre de Kuiper, Amazon tomó la decisión de dar un giro estratégico en su proyecto de internet satelital y presentó oficialmente Leo, la nueva identidad con la cual desplegará una red global de conectividad basada en miles de dispositivos en órbita baja.
Sin embargo, en palabras de la misma plataforma, el objetivo seguirá siendo el establecido desde un inicio: competir con las propuestas ya consolidadas en este mercado, particularmente Starlink de Elon Musk, al tiempo de acelerar la llegada de internet rápido, estable y accesible a regiones donde la infraestructura tradicional no logra cubrir la demanda.
“Project Kuiper fue rebautizado con un nombre que hace referencia directa a los satélites colocados en órbita terrestre baja…El cambio no sólo implica una nueva marca, sino también un enfoque más definido para construir una red de comunicaciones que reducza la latencia y mantenga un rendimiento consistente, incluso, en entornos remotos”, informó la empresa de Jeff Bezos mediante un comunicado.
En ese sentido, aseguró que su constelación superará los 3 mil satélites y hoy día ya se encuentran trabajando en antenas capaces de alcanzar velocidades de gigabit, una pieza clave para ofrecer un servicio competitivo frente a sus rivales directos.