El avistamiento en cielos de Nuevo León de un objeto que fue rastreado hasta el ejido de Lázaro Cárdenas, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, no correspondió a un meteorito, sino a un bólido, aclaró Daniel Flores Gutiérrez, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El físico matemático explicó que los meteoritos son fragmentos del medio interplanetario que caen a la Tierra o cualquier otro planeta o cuerpo del sistema solar; mientras que los bólidos viajan en trayectoria horizontal desde el exterior a la zona terrestre. Aunque penetran en la atmósfera de la Tierra, no caen, sino que siguen su camino, dejando tras su paso pequeños fragmentos: "Se pudo observar una gran estela que iba siguiendo al bólido, prueba de que va dejando material en la atmósfera terrestre y sigue su camino", indicó.
Ante las confusiones que pueden generar esta clase de fenómenos, Flores Gutiérrez señaló la importancia de identificar si los objetos del espacio impactan en la Tierra o no, para así reportarlos de la forma correcta.
Por otra parte, el investigador de la UNAM recordó que los meteoritos crean cráteres al impactarse contra la Tierra, los cuales suelen tener un diámetro diez veces mayor al tamaño del objeto que los provoca. Agregó que los expertos estiman que los grandes meteoritos, de tamaños que oscilan entre 5 y 10 kilómetros o más, caen en nuestro planeta con menor frecuencia: "En la Tierra tenemos una gran cantidad de caídas de meteoritos que, desafortunadamente, la mayoría se pierden en el océano o los mares y no son recuperables", destacó.
Flores Gutiérrez mencionó que las partículas del espacio caen constantemente en la superficie de la Tierra, por ello, en caso de ser testigos de la caída de un meteorito, el investigador recomendó identificar el lugar exacto donde haya aterrizado y creado un cráter. Del mismo modo, es importante tomar fotografías y, de ser posible, muestras para llevarlas con especialistas que ayuden a revelar su composición mineral.
También subrayó el interés que generó entre la población el suceso ocurrido en Nuevo León y Tamaulipas, hecho comprobable tras observar la rapidez con que se propagó la información: "Es una demostración del logro de la mente humana, pues cada vez comprendemos mejor este tipo de fenómenos, gracias al razonamiento", concluyó en entrevista con El Universal.