En la década de 1840, el innovadorinventor del circo, P.T. Barnum, hizo una compra descomunal. El objeto que había llegado a sus manos suponía todo un misterio, parecía ser una sirena momificada y se le fue ofrecida como tal. A pesar de que Barnum buscó a un especialista que pudiese verificar el origen del extraño cuerpo, no encontró a nadie que pudiera dar una afirmación certera sobre su naturaleza. Hoy, casi 200 años después, tenemos más claridad sobre su identidad.
Una momia de Fiji
También llamada la ‘sirena de Fiji’ este cuerpo momificado viajó desde Japón hasta Estados Unidos para formar parte de las exhibiciones del circo de Barnum. De acuerdo con los documentos que se han podido rastrear, la sirena partió de Japón hacia Reino Unido donde tuvo una estancia breve hasta finalmente llegar a Estados Unidos, donde se resguarda hasta el día de hoy. A pesar del recorrido histórico, hay quienes afirman que el ejemplar que conocemos hoy, no es el mismo que se extrajo hace 200 años de las aguas niponas.
La sirena momificada realmente es…
La investigación del cuerpo arrojó que este ser mítico japonés en realidad se trataba de una mezcla entre un salmón, un mono y una iguana. Como un extraño collage de partes animales, la composición resulta tan convincente que su misterioso origen sólo pudo develarse a través de rayos X.
«ESTO NOS PERMITIÓ VER LA MOMIA EN CASI TODAS LAS DIMENSIONES CON LA ESPERANZA DE VER LO QUE HABÍA EN SU INTERIOR,» DIJO A LIVESCIENCE EL LÍDER DEL PROYECTO JOSEPH CRESS, RADIÓGRAFO DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE DE KENTUCKY.
Este estudio es apenas preliminar, pues el equipo de investigación planea tomar muestras de ADN y enviarlas a diferentes zoológicos alrededor del mundo para que puedan hacer una apropiada clasificación genética de sus partes.
Fuente: ngenespanol