Hay cuatro estados de materia comunes en la vida cotidiana: gases, líquidos, sólidos y plasmas. Sin embargo, también hay un quinto estado de la materia: el condensado de Bose-Einstein (BEC), creado por los científicos en laboratorio por primera vez hace veinticinco años.
Cuando un grupo de átomos se enfría a casi cero absoluto (-273°C), los átomos comienzan a agruparse, comportándose como si fueran un gran "superátomo".
A bordo de la Estación Espacial Internacional, desde mayo de 2018, se encuentra una instalación del tamaño de un mini refrigerador llamada Cold Atom Lab (CAL), capaz de enfriar átomos en el vacío a temperaturas por encima del cero absoluto.
Es, para todos los efectos, uno de los lugares más fríos del universo conocido, y según un nuevo estudio publicado en la revista Nature, los científicos lo usaron para crear el quinto estado de la materia (Bose-Einstein) por primera vez en el espacio.
Los condensados de Bose-Einstein (BEC), cuya existencia fue predicha por Albert Einstein y la matemática india Satyendra Nath Bose hace casi un siglo, se forman cuando los átomos de ciertos elementos se enfrían a casi cero absoluto.
¿Para qué sirve el quinto estado de la materia?
Este experimento algún día permitirá que los átomos en este estado formen la base de instrumentos ultrasensibles que detecten señales débiles de algunos de los fenómenos más misteriosos del universo, como las ondas gravitacionales y la energía oscura, logrando mejorar los sensores de inercia aplicados en acelerómetros, sismómetros y giroscopios.