La agencia espacial estadounidense NASA ha puesto en marcha a un equipo científico independiente para estudiar los fenómenos aéreos no identificados. Es decir, sucesos que no pueden identificarse como aeronaves o fenómenos naturales conocidos y que, hasta ahora, desconocemos de qué se trata. No es la primera vez que se plantea un estudio científico este fenómeno, pero sí es uno de los proyectos más ambiciosos hasta la fecha. Según se ha anunciado este viernes, el proyecto arrancará oficialmente el lunes que viene, día 24 de octubre, y se alargará unos nueve meses. El objetivo, explican sus impulsores, es trazar un informe completo sobre qué sabemos (y qué no) de los avistamientos de ovnis y publicarlo a mediados de 2023.
Este macroestudio sobre ovnis, según explican desde la agencia espacial, estará liderado por 16 profesionales de diferente perfil. El equipo de investigación contará con astrofísicos, biólogos, expertos en inteligencia artificial, periodistas científicos y expertos en diplomacia. Uno de los nombres más célebres del equipo será el del astronauta Scott Kelly: una de las personas que más tiempo ha permanecido en el espacio (340 en total) y el protagonista, junto a su gemelo, del primer estudio sobre cómo la gravedad cero afecta a los genes.
"Hemos reunido a algunos de los científicos más prestigiosos del mundo, profesionales de la ciencia de datos y expertos en seguridad aeroespacial para que puedan decirnos cómo estudiar este fenómeno", afirma Daniel Evans, uno de los impulsores de este grupo de estudio. La lista completa de integrantes de este nuevo equipo de investigación cuenta con David Spergel, Anamaria Berea, Federica Bianco, Paula Bontempi, Reggie Brothers, Jen Buss, Nadia Drake, Mike Gold, David Grinspoon, Scott Kelly, Matt Mountain, Warren Randolph, Walter Scott, Joshua Semeter, Karlin Toner y Shelley Wright.
Hace unos meses, NASA anunció que estaba dispuesta a invertir hasta 100 millones de dólares en el estudio de fenómenos aéreos no identificados. La creación de este equipo científico independiente será el primer paso para arrancar la investigación de estos enigmáticos eventos. "Comprender los datos que tenemos sobre estos fenómenos aéreos no identificados es fundamental para ayudarnos a sacar conclusiones científicas sobre lo que está sucediendo en nuestros cielos. Los datos son el lenguaje de los científicos y hacen que lo inexplicable sea explicable", explica Thomas Zurbuchen, administrador del programa de misiones científicas de NASA.
El estudio científico de estos fenómenos, explican desde la agencia espacial, arrancará con "una mentalidad abierta" y con la esperanza de "encontrar diferentes explicaciones" a eventos que, hasta ahora, parecen un misterio. "No subestimaremos lo que contiene el mundo natural y creemos que hay mucho que aprender", explican los impulsores de este análisis. Eso sí. Pese al entusiasmo inicial, los expertos destacan que, hoy por hoy, "no hay evidencia que apoye la idea de que estos fenómenos son de origen extraterrestre".
Fuente: elperiodico.com