El hallazgo de una carta perdida de Albert Einstein, mostró que el científico alemán tenía una idea muy concreta de los ‘supersentidos’ de los animales, mismos que sugirió se investigaran para desarrollar ciencia y tecnología con base en esos principios.
Esta carta estaba dirigida a Glyn Davys, ingeniero conocido por sus investigaciones para el desarrollo de radares. Fue escrita en 1949, seis años antes de su muerte, y en ella explicaba sus intuiciones sobre la posibilidad de desarrollar nuevos conocimientos pensando en el comportamiento de diferentes animales, a los que les adjudicó “supersentidos”.
En la carta se puede leer:
Querido señor (Davys),
Está bien enterado de las admirables investigaciones de Don V. Frisch. Sin embargo, no puedo no ver la posibilidad de utilizar los resultados de esa investigación en el estudio de sus bases físicas. Esto solo podría ser posible si se descubre un nuevo tipo de percepción sensorial, o de respuesta al estímulo, en las abejas. Es pensable que la investigación del comportamiento de las aves migratorias y de las palomas mensajeras pueda llevarnos a entender procesos físicos que aún no conocemos.
Siempre suyo,
Albert Einstein
Según los historiadores, Frisch y Davys mantuvieron algunas reuniones después del envío de esta carta, que era desconocido hasta ahora, y estas mismas reuniones pudieron ser una sencilla respuesta al cuestionamiento de Einstein, que ponía sobre la mesa el desarrollo de nuevas ideas sobre el comportamiento animal.
Las ideas de Einstein, así como de sus dos colegas, apuntaban a que las conductas animales podrían estar motivadas por eventos físicos propios de la Tierra, mismos que podrían aprovecharse para la tecnología humana emulándolos.
Estas inferencias, así como los posteriores trabajos e investigaciones de estos científicos, dieron lugar al desarrollo de los radares, sonares y demás tecnologías de localización, así como al estudio de los campos magnéticos de la Tierra con ayuda del comportamiento de las aves y otros animales.