NanoRacks, empresa privada que desarrolla productos y ofrece servicios para la utilización comercial del espacio, diseñó y construyó un primer horno eléctrico de prueba para ser usado en el espacio.
Este horno, de la compañía ubicada cerca del Centro Espacial Johnson de la NASA, fue lanzado al espacio en noviembre de 2019 bajo una primera misión: cocinar cinco galletas crudas congeladas.
El astronauta italiano Luca Parmitano fue el maestro panadero en diciembre, transmitiendo por radio una descripción mientras las horneaba una por una en el prototipo Zero G Oven.
¿Hubo alguna diferencia de cocción entre la Tierra y el espacio?
La primera galleta -en el horno durante 25 minutos a 149 grados Celsius- terminó muy poco cocida, por lo que Parmitano duplicó con creces el tiempo de cocción para los siguientes dos, y los resultados aún fueron regulares.
La cuarta galleta permaneció en el horno durante dos horas y finalmente tuvo éxito.
Para la quinta galleta, el austronauta italiano puso el horno hasta su máximo (163 grados Celsius) y la horneó durante 130 minutos. Tras esto, logró mayor éxito.
Lo interesante del experimento fue que, en cuanto al aroma, los astronautas podían oler las galletas cuando las sacaban del horno, excepto la primera.
Sin embargo, se dieron cuenta que en la Tierra lleva mucho menos tiempo cocinar galletas, menos de 20 minutos.