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Publicado en CURIOSIDADES

Falso que las epidemias ocurran cada 100 años

Sábado, 14 Noviembre 2020 00:01 Escrito por 

Una de las teorías más sostenidas en redes sociales es que el nuevo coronavirus COVID-19 forma parte de un ciclo de epidemias que azotan a la humanidad cada siglo, y por lo tanto, un evento intencional. Pero esto es falso. Estudios científicos sostienen que este virus no fue creado por el ser humano; además el surgimiento de las epidemias a las que se refieren no coinciden exactamente en cada 100 años.

Una de dichas publicaciones asegura que “una pandemia cada cien años, la gente no puede ser tan inocente de lo que en realidad está pasando. Se llama nuevo orden mundial, reducen la población cada 100 años (sic)”. Desde el 12 abril, se ha compartido más de 15 mil veces en Facebook, y la mayoría de los usuarios aseguran que es verdad; uno de ellos comentó: “Es la pura verdad, no nada nuevo. Se venía”. Pero lo cierto es que no hay nada de verdadero en esto.

Las fechas de las pandemias no son exactas

La anterior publicación viral sostiene que en 1720 sucedió la gran plaga de Marsella; en 1820, la pandemia del cólera; en 1920, la gripe española, y en el 2020, el COVID-19.

La gran peste de Marsella tuvo lugar entre 1720 y 1722, pero no se trató de una pandemia, sino de una epidemia que sólo afectó a una comunidad de Francia. También se le conoce como el último brote de peste negra. La peste negra apareció en Europa entre 1347 y 1351, muchísimo tiempo antes de lo que la publicación indica, y de acuerdo con el Centro Nacional de Estudios del Genoma Humano de Estados Unidos, esta enfermedad mató a entre 30 y 50% de la población mundial.

La primera pandemia causada por el cólera ocurrió en 1817, y no en 1820, según consta en diversas publicaciones científicas, como Ciencia Ergo Sum y PubMed. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también menciona que, a lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio original en el delta del Ganges, en la India: “Seis pandemias (de cólera) en sucesión mataron a millones de personas en todos los continentes. La actual pandemia (la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971, y a América en 1991”.

De acuerdo con la OMS, una de las crisis más graves de salud pública en la historia moderna fue provocada por la pandemia gripal de 1918, llamada coloquialmente "gripe española". Y no, tampoco ocurrió en 1920. Según cifras de la OMS, esta enfermedad infectó a cerca de un tercio de la población mundial y se calcula que mató a 50 millones de personas; una cifra muy superior a la de los cerca de 17 millones de defunciones causadas por la Primera Guerra Mundial.

Entonces... no, no existe un patrón, un ciclo ni nada por el estilo que nos haga pensar que, puntualmente, cada 100 años llegue una pandemia o una gran enfermedad que amenace a la población mundial.

El virus no fue creado de forma intencional

La publicación menciona que “los billonarios y las potencias mundiales aceptan hacerlo. Es más, ellos invierten para limpiar el planeta tierra. Lleguemos más a fondo”. Pero la comunidad científica ya se puso a analizar el origen del virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, y han concluido que no fue creado intencionalmente. Esto lo sabemos gracias a los diversos estudios científicos publicados durante los últimos meses.

De hecho, en la revista The Lancet, un grupo de científicos e investigadores publicaron una postura al respecto: “Para condenar enérgicamente las teorías de conspiración que sugieren que COVID-19 no tiene un origen natural”.

De acuerdo con un artículo publicado en Nature Medicine, “el SARS-CoV-2 no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito”. Kristian Andersen, profesor de la Scripps Research, junto con profesores de las universidades de Tulane, Sidney, Edimburgo y de Columbia, fueron quienes realizaron la investigación, y afirmaron que en la secuencia genética del virus que causa el COVID-19 no hallaron rastros que demuestren la utilización de algún sistema genético disponible para crearlo.

“Si se hubiera realizado la manipulación genética, uno de los varios sistemas de genética inversa disponibles para los betacoronavirus probablemente se habría utilizado. Sin embargo, los datos genéticos muestran irrefutablemente que el SARS-CoV-2 no se deriva de ningún esqueleto de virus usado previamente”, explica su estudio.

Fuente: Animal Político

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