El lenguaje de la música es capaz de transmitir tres emociones básicas que pueden ser identificadas por cualquiera, a pesar de no compartir idioma ni cultura: la felicidad, la tristeza y el miedo.
No son las únicas conmociones que despierta en nosotros la simple escucha de secuencias sonoras ordenadas; las canciones también pueden generar ira, nostalgia, optimismo, excitación…
Estas respuestas emocionales no sólo alteran nuestro estado de ánimo, sino que llegan, incluso, a repercutir de forma positiva en nuestro desarrollo cognitivo, en el estímulo de nuestra inteligencia y en nuestra salud.
Un estudio publicado por la plataforma Spotify, en colaboración con Jacob Jolij, profesor de psicología cognitiva y neurociencias de la Universidad de Groningen, ha compilado una lista con las canciones más eficaces para desencadenar estas reacciones puramente corpóreas.
“Birthday”, de Katy Perry, es la pista que más estimula el movimiento activo y la secreción de dopamina que conduce al sentimiento de felicidad, debido a su ritmo rápido y marcado. Canciones tristes como “Something I need”, de OneRepublic, poseen características opuestas: sus ritmos son más lentos y tienen una tonalidad menor, recordando inconscientemente a un tono ascendente asociado con la derrota y la incertidumbre, lo que no evita que resulten placenteras para algunos individuos.
“Best day of my life”, de American Authors, es la canción más optimista para los autores del trabajo, categoría en la que tiene un mayor peso la positividad de la letra que el ritmo en sí mismo, aunque este se encuentre ligado al de las canciones alegres. “Bad”, de David Guetta, es la pista vinculada a la ira, puesto que se trata de una emoción negativa que implica el movimiento, y su ritmo frenético en una escala menor ayuda a canalizar el sentimiento del enojo.
Canciones como "Magic", de Coldplay, evocan sentimientos positivos que ayudarían a la superación del miedo, puesto que su ritmo lento combinado con acordes mayores minimiza la respuesta al estrés, característica de esta emoción. La excitación viene de la mano de “Wake me up”, de Avicii, ya que su ritmo todavía más rápido, fuerte y en un tono más elevado genera una cascada de adrenalina y endorfinas, y no tanto por su letra, menos relevante en este caso que en el de la ira o la nostalgia.
Por último, "All of me", de John Legend, es el ejemplo perfecto de una canción destinada a despertar la nostalgia, debido al sentimentalismo impregnado en su letra, que favorece la evocación de recuerdos a través de otros sentidos.