Científicos crearon un elemento que existe tanto en el manto profundo de la Tierra como en otros planetas: hielo negro caliente o superiónico, que se consigue solo con altas temperaturas y presión extrema.
El hielo superiónico surge cuando, debido a la temperatura y la presión, las moléculas de agua se separan en iones de hidrógeno y oxígeno (de los cuales provienen la nomenclatura H2O). Una vez conseguida esta separación, los iones de oxígeno se ordenan en forma de una rejilla tipo cubo, alrededor de la cual giran los iones de hidrógeno.
En 2019 ya se había logrado crear hielo negro (el color tiene que ver con la forma en que interactúa con la luz) en un laboratorio, pero durante un tiempo insuficiente como para observar y estudiar sus propiedades. Sin embargo, eso cambió gracias a un experimento llevado a cabo en el Laboratorio Nacional Argonne, perteneciente al Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Para conseguir el hielo superiónico, los científicos utilizaron una celda de diamantes para someter el hielo natural a una presión altísima, luego se le disparó con un láser para aumentar la temperatura. Y en el rango entre 627 y 1,627 grados Celsius de temperatura y a 20 gigapascales de presión, el hielo negro apareció.
De acuerdo con Vitali Prakapenka, uno de los autores del estudio, las primeras lecturas de los datos obtenidos confirman que este hielo negro es efectivamente un nuevo estado de la materia. No solo eso, también descubrieron que al apagar el láser el hielo negro volvió a su estado natural, lo que significa que no se trata de una reacción química, sino de un cambio estructural.
Los científicos creen que el hielo negro puede estar presente en lugares como Neptuno o Urano. Ahora se abren nuevas oportunidades de estudio que podrían permitir buscar planetas con condiciones favorables para la vida, ya que el hielo superiónico es clave para la formación de campos magnéticos como el de la Tierra.