La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró como patrimonio documental de México a la obra fotográfica de Mariana Yampolsky; informaron la Secretaría de Cultura y la Universidad Iberoamericana, institución que, desde 2018, resguarda los trabajos de la artista.
A través de un comunicado, ambos organismos informaron que el Comité Mexicano Memoria del Mundo de la UNESCO decidió incluir el Archivo Fotográfico de Mariana Yampolsky en el registro de este programa, cuyo objetivo es el de reconocer la importancia del patrimonio documental de la humanidad, así como propiciar su conservación y acceso a él.
“Agradecemos al Comité Mexicano Memoria del Mundo de la UNESCO, a las y los expertos que evaluaron la postulación, por el reconocimiento al valor documental y artístico de la obra fotográfica de Mariana Yampolsky, artista que amó a México y supo retratarlo de una manera única”, se lee en el documento.
¿Quién fue Mariana Yampolsky?
Marianne Gertrude Yampolsky Urbach nació un 6 de septiembre de 1925 en Chicago, Estados Unidos. Veinte años después, tras graduarse en la Universidad de Chicago, se trasladó a la Ciudad de México para integrarse al Taller de la Gráfica Popular, un colectivo de artistas mexicanos con un fuerte compromiso político.
Ahí, al lado de grandes personalidades del arte nacional como Leopoldo Méndez y Pablo O´Higgins, Yampolsky se inició en el arte del grabado.
Posteriormente, se inscribió en un curso de fotografía impartido por Lola Álvarez Bravo, una de las fotógrafas más destacadas de la época. Fue ahí que, sin saberlo, Yampolsky iniciaría una trayectoria de casi cinco décadas, donde registró, mediante su mirada y la lente de su cámara, la vida cotidiana, las festividades patronales, religiosas y familiares de los pueblos mexicanos, al igual que su naturaleza, arquitectura, inocencia y sensibilidad.
Mariana Yampolsky murió en la Ciudad de México el 3 de mayo de 2002.
Antes de fallecer, la artista estableció la Fundación Cultural “Mariana Yampolsky”, con la cual comenzó el proceso de catalogación y preservación de su archivo fotográfico.
El acervo de la artista está compuesto por poco más de 75 mil negativos; reproducciones fotográficas; una biblioteca con alrededor de 11 mi libros; y archivos personales como grabados, cartas y una colección de arte popular mexicano.