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Publicado en CULTURA

“Música tranquila para tiempos violentos”, álbum para lidiar contra el encierro

Miércoles, 14 Abril 2021 08:00 Escrito por 

Música tranquila para tiempos violentos es más que un álbum creado por Chen Quintero (Guadalajara, 1985) para lidiar con la ansiedad y la depresión del confinamiento ante la pandemia. Representa la vuelta del saxofonista al instrumento que fue su primer amor.
El músico jalisciense decidió ahora conformar el ensamble Agua Dulce con la idea de tocar la guitarra en el circuito profesional de jazz, en el que debutó hace tres lustros con la Guanatos Brass Band, pero entonces desde el saxofón, quedando a un lado las cuerdas.

"La guitarra le da voz a una parte de mí que sigo explorando", responde vía telefónica desde Guadalajara.

Quintero toca la guitarra desde niño; comenzó a estudiarla a los 12 años, mucho antes de adoptar el saxofón, aunque su historia con este último instrumento también es peculiar: Tendría unos 16 o 17 años cuando, en un viaje a la playa, se encontró con un grupo de hippies que traía un sax de carrizo, recuerda. Se emocionó con la idea y en una servilleta copió el modelo con medidas que tomó con sus manos.

De regreso en Guadalajara, lo replicó, y en el mismo material. "La verdad es que no sonó; no sabía que lo importante era la boquilla", dice.

A los pocos días, lo llamaron a tocar la guitarra acústica con una banda de rock, pero él les dijo que ahora tocaba el sax. Ni siquiera tenía uno, así que lo consiguió prestado, y no tardaría en "romper el cochinito" para comprarse el propio.

"No sé si soy un (talento) natural. Lo que sí sé es que soy muy necio. Veo a mucha gente que la música no les cuesta mucho trabajo; a mí me cuesta muchísimo, pero soy muy fan de estudiar, del proceso de aprender, no sólo de música", comparte Quintero.

La guitarra, por otra parte, siempre ha sido su fiel compañera; se las ha arreglado para tener una cerca, y más en el tiempo en el que, por problemas de salud, no debía tocar ni el saxofón ni la flauta. Pero, de pronto, se dio cuenta que pasaba cuatro o cinco horas diarias con las cuerdas, por lo que decidió desarrollar de nuevo esa voz y "subirse al ruedo" de los profesionales.

Llamó a un amigo, el trompetista estadounidense Terry Townson, ganador del Grammy, y en cuyo quinteto Quintero toca el sax y la flauta; además de a uno de sus bajistas favoritos, Juan Ayala, y al baterista Eric Hernández.

"Tomo (la guitarra) y dejo que los dedos toquen mientras reflexiono sobre cualquier otra cosa. Nunca he tenido la pretensión de tocarla como un virtuoso ni mucho menos. Me he dado cuenta que me facilita el proceso de comunicación; es un puente muy cercano entre lo que pienso y el sonido".

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