En el verano de 1921, Pablo Picasso pintó tres de sus cuadros más emblemáticos: las dos versiones del cubista “Tres Músicos” y el neoclásico “Tres Mujeres en la Fuente”, esto encerrado en un pequeño estudio-garaje ubicado en la localidad francesa de Fontainebleau.
Tomando como inspiración este curioso momento en la carrera del artista español, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) abrirá al público la exposición “Picasso in Fontainebleau”, donde precisamente recrea el icónico espacio.
La presente muestra, que será inaugurada oficialmente el próximo domingo 8 de octubre, coincide con las celebraciones del denominado Año Picasso, el cual marca los 50 años del fallecimiento del afamado pintor (1973) mediante una serie de eventos alrededor del mundo.
“Esperamos que `Picasso in Fontainebleau´ sirva para abrir una nueva ventana a la obra del genio malagueño, ya que todavía queda mucho por conocerse sobre él”, comentó la responsable del proyecto, Anne Umland.
“Al mostrar estas obras juntas por primera vez desde que fueron ideadas, creemos que el público verá que Picasso cuenta con una identidad más compleja de lo que generalmente se asume cuando se le identifica, simplemente, como un vanguardista”, añadió.
Según explicó la también conservadora del MoMa, la recreación del estudio de Picasso en Fontainebleau necesitó la colaboración de un arquitecto, quien, utilizando las pocas fotografías disponibles del garaje, imaginó las dimensiones del espacio y la posición de los cuadros.
Cabe mencionar que además de los cuadros de Picasso, coleccionistas privados accedieron a prestar dibujos sobre papel que el mismo artista creó al llegar a la casa que alquiló en la localidad francesa, y en los que se observan fragmentos de su vida familiar y los alrededores de dicha vivienda.