Tras un año de cancelación de funciones y festivales, además del cierre o desaparición de academias, la danza encara un 2021 donde lucharán por la reactivación.
"No creo que los próximos meses se puedan solventar solamente con convocatorias para generar contenidos, que están muy bien y se requieren, pero que no sea la única alternativa para el sector de danza", plantea Erandi Fajardo, del Consejo Nacional de Danza.
Como Consejo alcanzaron acuerdos para los programas pospandemia "Espacio solidario", donde la institución ofrece en préstamo salones para ensayo y clases, y "Miércoles de danza", consistente en prestar a las compañías los foros con derecho a que las agrupaciones reciban el 100 por ciento de la taquilla.
Una vez conseguido en 2020 acuerdos con 25 titulares de Cultura del País, Fajardo asegura que una de las tareas será fortalecer esos vínculos a nivel estatal con las agrupaciones de danza.
El Consejo ha pugnado por incluir a los profesionales de danza en todos los programas de beneficio social tanto federal como a nivel estatal. Resultado de sus gestiones, por ejemplo, el Gobierno de la CDMX entregó 172 apoyos económicos y 344 despensas a profesionales que se quedaron sin empleo a causa del COVID-19.
Sin embargo, denunció el incumplimiento de la Secretaría de Cultura que se había comprometido a servir de puente para que mil 254 profesionales fueran considerados en los programas de Créditos a la Palabra y Tandas del Bienestar de la Secretaría de Bienestar.
"Lo que estamos haciendo los artistas es un acto de resistencia", dice la coreógrafa Jessica Sandoval.
Una crisis incomparable que viene a recordarnos, plantea, que México es un País que no ha generado estabilidad para sus artistas de la danza, con compañías y coreógrafos que a pesar de alcanzar reconocimiento internacional, desaparecen por falta de apoyo.
"La danza es un sector muy golpeado. Vamos a ver si escuchan, si hay sensibilidad", añade.