El reconocido historiador español y biógrafo de Hernán Cortés, Esteban Mira Caballos, cree que los restos del conquistador “realmente corren riesgo en México”, por lo que “ha llegado el momento” de que el Gobierno Español solicite su devolución para que éstos regresen a la tierra que le vio nacer.
Mira Caballos es doctor en Historia de Ámerica y autor de numerosos libros sobre la vida de Cortés. El último de ellos se titula “Hernán Cortés, una biografía para el siglo XXI”, con el cual ha pretendido devolver a este personaje al terreno de la historia, de donde, según sus palaras, nunca debió haber salido.
De acuerdo con el historiador, los restos del ex gobernador de la Nueva España ya fueron cambiados de sitio y escondidos por Lucas Alamán en el siglo XIX para evitar su profanación. Actualmente se encuentran en la Ciudad de México, específicamente dentro de la capilla del hospital de Jesús Nazareno, que él mismo fundó y que cinco siglos después continua funcionando.
Por ello, aunque la voluntad del conquistador fue reposar eternamente en la Nueva España, la tierra que tanto amó, el profesor, quien lleva más de treinta años estudiando su figura histórica, sostiene que es el momento ideal para que el gobierno de su país pida su devolución, y así los restos descansen en paz en su localidad natal de Medellín, localizada al oeste de España.
Y es que, a su juicio, Cortés es odiado en nuestro país porque “se ha creado una leyenda negra en torno a él y se han tergiversado distintos hechos, entre otras cosas porque ellos plantean que España conquistó México y hablan en términos que no son reales”.
En ese sentido, Mira Caballos aclara que “hay que tener en cuenta que un 99% de las tropas que entraron en Tenochtitlan eran mesoamericanas”, y “es cierto ese dicho de que los indios conquistaron América y los españoles la independizaron de la metrópoli; por tanto, realmente se trata de una interpretación errónea e interesada”.
Finalmente, para el experto, Hernán Cortés fue una persona muy importante en la historia que, “para bien o para mal, cambió el mundo”.