Recientemente abrió en Nueva York el museo de Banksy, un lugar donde el famoso y anónimo artista callejero expone piezas atemporales en las que se retratan duros temas que acontecieron durante los últimos años.
El recinto, instalado en un antiguo gimnasio del barrio chino de la Gran Manzana, cuenta con casi 200 de las obras más famosas y controvertidas de Banksy, reproducidas por un grupo de diez artistas que, al igual que el creador británico, prefirieron conservar su anonimato.
Un detalle a tomar en cuenta es que todas las obras se representan tal y como están o estuvieron dispuestas en las ubicaciones reales, con bloques de hormigón destruidos a sus pies o con agujeros y rasguños. Incluso, la pared sobre la que se colocan es una reproducción exacta de los muros en los que se encuentran los grafitis originales.
“Gran parte de la exposición está protagonizada por grafitis y pinturas que retratan la guerra en Ucrania, y el conflicto entre Israel y Palestina, dos temas que actualmente están en el ojo del huracán y que muestran la atemporalidad del arte de Banksy, pues muchas de las obras se hicieron hace años o incluso décadas”, señala Hazis Vardar, fundador del museo.
“El arte es intemporal. No puedes ver el arte sin hacer una conexión con lo que está pasando hoy”, asegura.