Durante junio, mes del solsticio de verano, mexicanos y extranjeros acostumbran visitar zonas arqueológicas para realizar rituales, caminatas, danzas y meditaciones para obtener una “recarga de energía”.
En ese sentido, la Secretaría de Turismo del gobierno de México espera que los lugares más concurridos durante esta temporada sean Chichén Itzá, en Yucatán, y Teotihuacán, en el Estado de México.
El primero de ellos, ubicado al sur del país, suele ser visitado por cientos de turistas ya que la pirámide de Kukulcán, considerada como el calendario más exacto gracias a su alineación perfecta con cambios de temporada (invierno, primavera y verano), se ilumina justo a la mitad, demostrando que, la noche y el día duran lo mismo.
Por su parte, la zona arqueológica de Teotihuacán es famosa por sus fenómenos astronómicos. Y es que en este lugar, el solsticio de verano sale del lado de la Pirámide de la Luna y no del Sol.
En ese momento, las y los visitantes suben a “cargarse de energía” en dicho monumento, el cual, se dice, era el lugar donde los hombres se transformaban en dioses.