Sucedió en Zihuatanejo. La hija de un maestro de primaria llamado Ignacio Mora, recientemente fallecido, decidió donar más de 900 piezas arqueológicas al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las cuales coleccióno durante toda su vida y pertenecen a la zona de Soledad de Maciel-Xihuacan, ubicada en la Costa Grande de Guerrero.
A través de la Secretaría de Cultura, Guadalupe Mora Luviano entregó un total de 969 bienes, entre los que destacan figurillas, vasijas y malacates.
De acuerdo con la mujer, gran parte de los vestigios prehispánicos fueron encontrados cerca de Petatlán y Zihuatanejo. Además, cuenta que los vecinos de dichas zonas solían entregar a su padre pedazos de roca que se hallaban en el camino.
En ese sentido, la dependencia informó que, muy pronto, la colección completa volverá a su lugar de origen para ser preservada en el museo del lugar, toda vez que la misma incluye piezas valiosas.
“Los hallazgos abarcan tres mil años de historia de lo que alguna vez fue el centro ceremonial más importante de la planicie costera, con objetos que vienen desde el periodo Preclásico Medio (1200 a.C) hasta el Posclásico Temprano (1350 d.C), época en que la zona sufrió una gran inundación”, explicó por su parte Rodolfo Lobato Rodríguez, encargado del proyecto.
“Posiblemente, la gran cantidad de piezas proviene de las grandes ofrendas que se realizaban en el centro ceremonial”, indicó.