Crisis forense en Edomex
El mal menor: ¿policía o delincuencia?
- Las alcaldesas de Chimalhuacán, Xóchitl Flores, y Temoaya, Nelly Rivera, ambas de Morena, han guardado un ominoso y penoso silencio en torno a dos grandes males que aquejan a sus gobernados. Lejos quedaron las ínfulas críticas de Flores Jiménez desde la tribuna parlamentaria, y todavía no es capaz de pronunciarse en torno a la conducta de sus policías señalados por el posible abuso a una menor de edad y la represión violenta a activistas a principios de abril. Rivera Sánchez nada ha dicho sobre la falta de agua potable que tiene a sus pobladores manifestándose los últimos días. Como si al evadir los problemas solitos se solucionaran. Claro, a ellas no les afectan, con buenos o malos resultados, recibirán salarios íntegros.
- Las desapariciones ocurridas en diversos puntos del Estado de México dejan ver lo ineficiente que resulta ser la Fiscalía de Personas Desaparecidas y Extraviadas, pues algunas de las víctimas ya han sido localizadas y las autoridades no han hecho los trámites necesarios para que sus familiares puedan ser notificados, pues no sólo hay una crisis forense, sino que el Estado no cuenta con los recursos necesarios para realizar un volumen alto de pruebas de ADN y confirmar que son sus desaparecidos.
- Pareciera que al interior de las corporaciones policiacas prevalece un silencio cómplice en el Edomex, en muchos puntos de la entidad, se señala a elementos de corporaciones de seguridad, como los responsables de desapariciones, abusos y corrupción, sin embargo, pareciera que los encargados de estas corporaciones cierran los ojos y prefieren ser omisos de estas situaciones. Lo más grave es que son los propios elementos de policía, los encargados de cuidar la seguridad ciudadana, los que cometen delitos y atrocidades, incrementando la percepción de inseguridad, pues ya no sabes qué es menos peor, la delincuencia o la policía.