Preámbulo de una ruptura
Ausencia de unidad
La inseguridad no desaparece por decreto
- No es un asunto menor para la alianza MORENA-PT-PVEM el fallo de la Sala Toluca del TEPJF que quita a la candidata del primero y pone a la del último en el distrito 40 de Zinacantepec, pues en primer término habla de la falta de respeto del partido guinda a los siglados de sus aliados, o de la falta de respeto del verde a los acuerdos verbales de siglar por un partido pero poner candidato del otro. Es, además, preámbulo de una ruptura que puede propagarse en los municipios, donde la militancia de uno y otro no está dispuesta a apoyar el siglado. Los acuerdos se tambalean. Suerte que, en lo local, la coalición aún puede modificarse.
- Hablando si no de fracturas, sí de distanciamientos, es notoria la falta de coordinación en la fórmula al Senado de “Fuerza y Corazón”. El panista Enrique Vargas se promociona muy independiente de la priista Brenda Alvarado, quien, por cierto, poco se nota. Y no es que haya fisura en estos casos, pero la ausencia de unidad en los objetivos pudiera incidir en los resultados.
- Posiblemente en un afán de no alarmar y no desincentivar la participación, el Gobierno del Estado se ha negado a reconocer que la violencia, también contra actores políticos, ha escalado. Ya no solo es el asesinato del candidato morenista a diputado federal en Ecatepec, Yair Martín Romero; se suman el ataque armado al regidor panista de Acambay, Timoteo Ruiz; y la supuesta narcomanta en que se amaneza de muerte a Ramón Montalvo, presidente del PRD en Valle de Chalco, sólo por referir los incidentes relacionados con los comicios. Es un hecho que la inseguridad no disminuye ni desaparece por decreto.