PRD fragmentado por el control
MC y PT deberían poner sus barbas a remojar
Difícil renunciar a privilegios
- Como si se pudiera dar el lujo después de perder su registro como partido político nacional, el PRD mexiquense se segmentó en dos. El argumento pueden ser los términos de los documentos básicos, en los hechos, es la disputa por el control del sol azteca ahora que sea partido político local. Los perredistas no acaban de entender que esas luchas intestinas internas son, en buena medida, las que los llevaron a la debacle porque estuvieron más ocupados en acaparar poder y, con él, riquezas, que en servir a las causas sociales de las que surgieron. Y aunque en el discurso ofrecen volver a ellas, en los hechos evidencian lo contario.
- El Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC), de entrada, también deberían poner sus barbas a remojar porque se encuentran en igual o por circunstancia, en un mejor momento electoral, posiblemente, pero cavando su tumba, por las mismas razones que los perredistas. El primero, sumido en la disputa por el control del partido en el Estado de México entre la dirigencia nacional, representada en la entidad por el alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, y el cacicazgo local, en la figura de Oscar González. El siguiente round será, sin lugar a dudas, la coordinación del grupo parlamentario en la entidad.
- Y aunque en Morena el diferendo por la disputa de la coordinación parlamentaria local quedó, en apariencia, zanjado, con la designación unánime de Francisco Vázquez, representante ante el IEEM, no todo será, en los hechos, miel sobre hojuelas. La discusión, y la disputa interna, no serán tersas porque el senador Higinio Martínez está acostumbrado a tomar decisiones de peso y no renunciará, con facilidad, a esos privilegios. Ya se va quien le puso el principal obstáculo: el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero confía en que la llegada de Claudia Sheinbaum, con quien presume excelente relación, le allane el camino.