- La lucha jurídica por lograr el equipamiento del personal hospitalario para la prevención de contagios por COVID-19 ha resultado tan lenta y tortuosa que para cuando se hayan agotado las instancias y no haya manera de rebatir la sentencia habrá pasado lo peor de la pandemia y dejado cifras negativas entre los empleados sanitarios. El derecho a los insumos preventivos no tendría que ser motivo de litigio, y las autoridades tampoco deberían aferrarse a todo tipo de argumentos legaloides para evadir la dotación, aunque eso sólo quede en la teoría del deber ser.
- La reactivación económica parece cada vez más lejana, y no por el tiempo que falte para que concluyan las medidas sanitarias, sino porqué cada día que pase se agrava aún más la situación económica de las personas y los poseedores de pequeños negocios, quienes se estima que muchos de ellos no podrán abrir nuevamente.
- Una de las debilidades ante la situación de salud que se registra en el país ha sido la atención psicológica para la población, a dos meses y medio del cierre de actividades sociales, muchos jóvenes han resentido el encierro y lo más grave para este sector es que la reactivación escolar será hasta que el semáforo se encuentre en verde.