El IEEM no es culpable del retraso
…Pero si es responsable de dejar pasar anomalías
Actos anticipados de campaña ¿De quién es la responsabilidad?
- Es una majadería pretender culpar al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) del incumplimiento de los partidos políticos para el registro, en tiempo y forma, de candidatos. En su momento, la consejera presidenta, Amalia Pulido, advirtió que sólo 20% de los expedientes estaban completos al ser registrados. Lo anterior, aderezado por fenómenos como la disputa encarnizada de las dirigencias nacional y estatal en el Partido del Trabajo (PT), las renuncias en cascada en el Revolucionario Institucional (PRI), y las sustituciones de último momento en todos los institutos políticos.
- En todo caso, la responsabilidad del IEEM estaría en que, derivado del apretujón de tiempo, hubiera avalado las candidaturas sólo porque fueron solicitadas pero sin un análisis jurídico de fondo. Son más de 7 mil 700 inscripciones que debían cotejarse con los registros de violentadores de género, de deudores alimentarios, etc., y verificarse el cumplimiento de los porcentajes para candidatos con alguna discapacidad, pueblos originarios, afromexiquenses e integrantes de la comunidad LGBTTTI, cuotas que, por cierto, al parecer incumplieron los partidos. Dejar pasar anomalías de este tipo sí deberían ser una responsabilidad. Pero de lo que no se puede acusar al árbitro electoral estatal es de indisposición para atender los requerimientos de los partidos y hasta de las autoridades, allí ha estado, atento y puntual a las solicitudes.
- Ocurre que algunas y algunos abanderados ansiosos no pudieron aguantarse 50 minutos y decidieron arrancar campaña, como lo tenían considerado, en el primer segundo de este viernes, como si en ello les fuera el triunfo. El colmo, sin embargo, es pretender endosar al IEEM la responsabilidad de los actos anticipados de campaña que pudieron configurar los candidatos porque, eso sí, se anticipa una lluvia de denuncias por esta razón, y aguas con que los Tribunales sean estrictos, porque los actos anticipados de campaña podrían dar pie a la nulidad de candidaturas y triunfos. Pero ¿qué necesidad?