Impugnar es como pegarse un tiro en el pie
Absurda necedad
Se pasaron de lanza
- Los partidos políticos no tienen previsto impugnar a sus oponentes por los actos anticipados de campaña que pudieron configurarse a partir de los retrasos en la aprobación de las candidaturas por parte del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM); todos están conscientes de que fallaron en las postulaciones a tiempo, debidamente soportadas, paritarias y de sectores vulnerables (pueblos originarios, personas con discapacidad, afromexiquenses e integrantes de la comunidad LGBTTT). Impugnar sería como pegarse un tiro ellos mismos porque actores de todas las fuerzas políticas se adelantaron.
- Al paso de los días quedó claro que el IEEM no incurrió en responsabilidad con las aprobaciones a destiempo, sólo algunos necios que no se vieron favorecidos con las candidaturas o se han visto afectados por los cambios internos, como el expanista Gustavo Vargas, aspirante a la candidatura de Sigamos Haciendo Historia a la presidencia municipal de Zinacantepec, le siguen echando la culpa a los consejeros electorales de que sus postulantes los hayan bajado. Es pura necedad, deben reclamar a quien originalmente les ofreció los espacios. La autoridad electoral no toma las decisiones dentro de los partidos políticos.
- El regidor Mario Cardoso fue un actor clave para levantar las intenciones del voto en favor de la 4T en la capital mexiquense, después del desplome que provocaron los abusos, omisiones e irresponsabilidades en la administración de Juan Rodolfo Sánchez Gómez. Su postura crítica en el ayuntamiento y hasta su enfrentamiento por las malas decisiones de Raymundo “N” reposicionaron a Morena en los ánimos del electorado. Fue muy ingrato, por decir lo menos, dejarlo fuera de las postulaciones y ofrecerle sólo un espacio con la intención de que siguiera “jalando” votos. Con dignidad, Hernández Cardoso rechazó la suplencia en la fórmula del expanista Gerardo Pliego, abanderado a la diputación local. Posiblemente Sigamos Haciendo Historia no se ha dado cuenta de que la pérdida del carisma que le ofrecía el regidor puede ser fiel de la balanza en una disputa competida.