Por presuntos actos de extorsión e intimidación, comerciantes de pollo en la cabecera municipal de Acambay, al norte del Estado de México, se han visto obligados a cerrar sus negocios.
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Esta situación ha generado alarma entre los habitantes, ya que se sospecha que el crimen organizado controla la venta de pollo y huevo, lo que ha aumentado la incertidumbre sobre la seguridad en la zona.
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A pesar de la gravedad del problema, los afectados aún no han presentado denuncias formales ante el Ministerio Público por miedo a represalias. Sin embargo, advierten que esta problemática podría estar afectando a otros sectores comerciales.
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Los comerciantes del ramo avícola han exigido a las autoridades municipales y estatales garantías para su seguridad y la de sus negocios, además de solicitar que no se ignore la situación, pues temen que el problema se agrave.