En México ya comenzó la aplicación de vacunas contra el COVID-19 e inmediatamente aparecieron los gandallas que no están respetando los lineamientos de vacunación establecidos por el gobierno federal, los cuales señalan que en la primera etapa se aplicarán al personal médico que esté con contacto con los enfermos.
El caso más reciente es el de 29 funcionarios de la jurisdicción sanitaria de Coahuila, quienes recibieron la primera dosis sin pertenecer a la primera línea de atención.
El 12 Regimiento de la Secretaría de la Defensa Nacional les informó que aplicarían 180 vacunas para los doctores de primera línea y que aplicaron 29 más para los funcionarios que se quisieran vacunar.
El diario informó que Guillermo Herrera, jefe de la Jurisdicción Sanitaria de Acuña, fue uno de los funcionarios que se metió a la fila y que incluso posó ante las cámaras fotográficas cuando le aplicaron la primera dosis.
Milenio indicó que Herrera sí es doctor, pero que no atiende pacientes pues trabaja en la oficina, así que no debió de ser acreedor de la fórmula.
Tras difundir esa información, la Secretaría de Salud de Coahuila emitió un comunicado en el que justificaron que el jefe de la Jurisdicción recibiera la vacuna pues en septiembre estuvo enfermo de COVID-19 y porque supervisa, de forma presencial, las unidades médicas de los pacientes infectados.
Pese a esa excusa, también se comprobó que dos ingenieros en sistemas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se aplicaron la vacuna pese a que ellos ni si quiera tienen estudios en medicina.