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Publicado en NACIONAL

Olvidan estudios en México por pandemia

Domingo, 21 Febrero 2021 08:56 Escrito por 

Los alumnos mexicanos de entre 12 y 18 años han disminuido en un 30 por ciento sus horas de estudio, mientras que entre 5 y 10 por ciento de los alumnos de entre 15 y 18 años ya no dedican nada de tiempo a la escuela.

Así lo muestran dos investigaciones académicas de los últimos meses que han comenzado a esclarecer las consecuencias que la emergencia sanitaria ha tenido en los 36 millones 518 mil alumnos del Sistema Educativo Nacional.

De acuerdo con un estudio realizado por Susan Parker, académica del CIDE y de la Universidad de Maryland, las cifras de 2019 y 2020 de la Encuesta Nacional de Ocupación muestran la caída en las horas de estudio entre los jóvenes.

Entre los alumnos del País, sobre todo a nivel preparatoria y universidad, hay una broma que se cuenta para tratar de atenuar el trauma de lo vivido en los últimos meses: "Un viernes salimos de puente y ya no regresamos a la escuela".

"(Entre 5 y 10%) No están dedicando tiempo a los estudios. No están haciendo ejercicios, no están viendo los programas, no se están conectando, entonces es muy probable que estos alumnos vayan a abandonar", señaló Susan Parker, Académica del CIDE y de la Universidad de Maryland

En la memoria colectiva de millones de estudiantes mexicanos, marzo del 2020 quedará marcado por siempre como el mes en el que, tras un periodo de incertidumbre, de mirar la pandemia acercarse desde lejos, las escuelas de todo el País se vieron forzadas a cerrar sus puertas.

Con ello, la matrícula completa del Sistema Educativo Nacional tuvo que guarecerse en casa para afrontar el reto de una educación a distancia que, como todo lo que ha ocurrido a causa del Covid-19, hizo todavía más evidente la desigualdad que persiste en México.

Montado con urgencia sobre la vasta experiencia del modelo de las telesecundarias, el programa Aprende en Casa de la Secretaría de Educación Pública ha buscado constituirse como el eje rector de la enseñanza en estos meses de contingencia, con una efectividad todavía por verse.

Más allá, sin embargo, de las políticas gubernamentales, detrás de la puerta de cada casa, tras la pantalla de cada celular, tablet o computadora, las consecuencias educativas y psicológicas para cada uno de los alumnos son todavía difíciles de calcular.

Ante la falta de estadísticas gubernamentales públicas que den cuenta de las secuelas de casi un año completo de educación la distancia, las instituciones académicas de nivel superior ya comienzan a arrojar datos con sus propias investigaciones.

En algunos casos, los resultados son muy poco alentadores.

El pasado mes de septiembre, la también economista Susan Parker publicó el artículo "Uso del tiempo de los adolescentes durante la pandemia en México: una mirada inicial".

Con base en los resultados de 2019 y 2020 de la Encuesta Nacional de Ocupación (ENOE), un instrumento estadístico del Inegi, Parker ha podido documentar que, en promedio, las horas de estudio de los estudiantes entre los 12 y los 18 años han caído en un 30 por ciento.

"Hay menos alumnos conectados, menos alumnos aprendiendo. Incluso los que siguen intentando estudiar, en general, están dedicando menos tiempo", concluye la especialista en la evaluación de políticas sociales.

A partir de los resultados de la ENOE y de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), la investigadora también ha podido descartar, como era su hipótesis inicial, que las horas que ya no dedican los alumnos a la escuela ahora se están usando en el trabajo, para ayudar en casa.

"Hemos revisado los datos sobre trabajo de estos jóvenes y, de hecho, están trabajando menos, porque, como hay una crisis económica, no hay trabajo; aunque quisieran trabajar, no están encontrando. Se ve una reducción", detalla.

Aunque preliminares, pues siguen actualizándose con los datos que periódicamente arrojan las encuestas de ocupación del Inegi, los estudios de Parker ya comienzan a dar cuenta de la que podría ser una de las consecuencias educativas más negativas de la pandemia de COVID-19: la deserción escolar.

Según lo observado hasta el momento, entre el 5 y el 10 por ciento de los alumnos de entre 15 y 18 años ya no dedican, según ellos mismos confiesan, una sola hora al estudio.

"No sabemos si han abandonado la escuela, pero sabemos que no están dedicando tiempo a los estudios. No están haciendo ejercicios, no están viendo los programas, no se están conectando, entonces es muy probable que estos alumnos vayan a abandonar", lamenta la académica.

Al momento de esta publicación, la SEP no ha revelado todavía las cifras de deserción escolar entre el periodo 2019-2020, cuando ocurrió el cierre de las escuelas, y el actual, 2020-2021.

Al igual que con el trabajo de Parker, no obstante, también ha dado a conocer señas preocupantes.

El pasado 4 de febrero, por ejemplo, durante la mesa de diálogo virtual "Aprende en Casa, retos del aprendizaje", el entonces subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio, informó que 797 mil alumnos, el 4.2 por ciento de la plantilla de educación básica, tuvieron comunicación prácticamente inexistente con sus profesores durante la pandemia, una cifra que se agrega a la de los adolescentes que corren el riesgo de deserción.

Asimismo, el pasado noviembre del 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo publicó un estudio regional titulado "Los costos educativos de la crisis sanitaria en América Latina y el Caribe", en el que se estima que 628 mil niños y jóvenes, de entre 6 y 17 años, podrían dejar la escuela como consecuencia de la pandemia.

Como uno de los esfuerzos más abarcadores que se han realizado hasta el momento, seis instituciones educativas, coordinadas por la Universidad Iberoamericana, realizaron una investigación titulada "Educar en Contingencia", con el que han podido recabar información de 277 mil alumnos y docentes de diversos estados de la República.

Entre la enorme cantidad de datos recabados también se han encontrado con el riesgo latente de una deserción escolar en grandes números.

De acuerdo con Luis Medina Gual, especialista en educación y coordinador de todo el proyecto, uno de los hallazgos más trascendentes fue la respuesta que los estudiantes de secundaria y media superior ofrecieron cuando se les preguntó qué tan probable era que se reinscribieran el periodo entrante.

"Estuvo fuerte, porque una cuarta parte de la población, alrededor del 25, 26 por ciento de los encuestados, decían que tenían una muy alta posibilidad de dejar de estudiar el siguiente ciclo", refiere Medina Gual.

La pandemia, comienzan a demostrar los datos, ha puesto en severo riesgo la continuidad educativa de distintas generaciones de alumnos.