El costo de la vacuna de Pfizer contra COVID-19 es de alrededor de 12 dólares, por lo que una de las propuestas de colaboración del sector privado en la campaña de vacunación es aportar recursos para la compra de un número mayor de dosis, aseguró Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del Consejo Coordinador Empresarial.
"Nosotros ofrecimos también el poder contribuir para con el costo de la vacuna, para de alguna forma permitir que invierta más dinero en la compra de esas vacunas y podamos así cubrir a más personas, a un mayor porcentaje de la población. Y las empresas obviamente son las primeras interesadas en ayudar a que sus colaboradores estén vacunados.
"El costo de tener una persona que tiene algún tipo de perfil de riesgo sin trabajar y en casa es mucho más costoso que poder pagar la vacuna y ayudar que esta persona ya esté (vacunada y trabajando)", señaló Devlyn.
Sin embargo, precisó, aún no se define el mecanismo de colaboración económica.
Devlyn contó que en reunión virtual con Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, así como con otras autoridades de salud, el funcionario precisó que Pfizer seleccionó en México a DHL para las entrega de la vacuna contra COVID en los últimos tramos de los puntos de vacunación con acompañamiento del Ejército.
Pero, precisó el empresario, el Gobierno requerirá la infraestructura privada para la distribución.
Devlyn contó que fue el sector privado quien se acercó a las autoridades de salud para ofrecer colaboración en la campaña de vacunación contra COVID-19 y las propuestas fueron bien recibidas.
Dijo que la propuesta es que las empresas de industrias esenciales se conviertan en centros de vacunación e incluso los consultorios adyacentes a farmacia.
"Obviamente las empresas mismas pueden servir como puntos donde ayudemos a vacunar de manera más acelerada a nuestros colaboradores. Todas las empresas tenemos colaboradores que tienen un perfil de alto riesgo, por su edad, por comorbilidad. Entonces, sale más caro para todos tener estos colaboradores en sus casas, en lugar de vacunados y trabajando contribuyendo al desarrollo económico del País".
Indicó que el sector privado también pide que en las primeras etapas se tomen en cuenta a los trabajadores de salud del sector privado.
"Tenemos muchos hospitales y clínicas y consultorios adyacentes a farmacia y además de servir para aplicar la vacuna para la población, pues son colaboradores en el primer frente de batalla", comentó.
Devlyn señaló que otra propuesta es que las empresas se sumen al programa de detección contagios de manera temprana para cortar las redes de contagio por medio del uso de pruebas rápidas antigénicas.
Indicó que, según López -Gatell, en esta primera aplicación de 250 mil vacunas destinadas para 130 mil trabajadores de la salud se busca proteger al personal de salud que está en el primer frente de batalla.
"Pero, es también para calibrar todos los retos logísticos que se van a tener que tener y aprender de este primer evento y poder aplicar estos aprendizajes en la distribución y aplicación de la vacuna que viene en febrero, que ahí se tiene programado un lote de poco más de 30 millones de dosis". Dijo que la industria no participará en esta primera fase coordinada por el sector salud y el Ejército mexicano, pero los aprendizajes que arroje serán compartidos con la industria privada y, con base en eso, se definirán específicamente los detalles de colaboración del sector privado en las subsecuentes fases.