La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, alzó la voz este viernes tras una visita a México marcada por las "preocupaciones" y las presiones en Washington que causa la polémica reforma eléctrica que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La responsable estadounidense, quien canceló una conferencia de prensa para hablar de su gira, advirtió de los "impactos negativos" de la reforma en un posicionamiento público que compartió el Departamento de Energía.
"En cada reunión, expresamente transmitimos las preocupaciones reales de la Administración Biden-Harris por el potencial impacto negativo de las reformas energéticas propuestas en México en la inversión privada de Estados Unidos en México", afirmó Granholm.
En contraste, el presidente López Obrador aseguró en su conferencia matutina que fue "muy cordial" su encuentro del jueves con Granholm, quien estuvo "entendiendo que la misión es desterrar la corrupción", añadió.
"Le informamos por qué lo de la reforma eléctrica y de lo que estamos haciendo para ir enderezando entuertos, resolviendo graves problemas que nos heredaron, explicándole cómo imperaba la corrupción en todo", sostuvo.
El mandatario no mencionó energías renovables o limpias y en cambio destacó como principal logro la culminación de la compra de la refinería Deer Park, en Houston, Texas, para que Petróleos Mexicanos (Pemex) refine más petróleo.
Mientras que Granholm advirtió de que "la reforma propuesta podría también dificultar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México en energía limpia y clima".
"Debemos mantener y realzar los mercados energéticos abiertos y competitivos que traen beneficios a Norteamérica. Me aseguraron que México está comprometido a respaldar la energía limpia y a resolver actuales disputas con proyectos de energía dentro del marco de la ley", manifestó.
La gira de Granholm ocurrió en medio del debate público sobre la reforma, que limitaría al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado.
En el gobierno de Joe Biden hay "inquietud" por el futuro de la ley, señaló Emerson Segura, asesor parlamentario en el Senado y asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).
“La visita es un mensaje para despresurizar la tensión que existía sobre una supuesta confrontación entre el Gobierno estadounidense y el mexicano por el tema energético”, opinó Segura.
La reforma constitucional también eliminaría los reguladores autónomos de energía y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados, por lo que podría contravenir al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Por ello, Segura consideró que el viaje de Granholm también responde a las crecientes presiones de legisladores demócratas y republicanos, así como empresarios, que han exigido a la Casa Blanca proteger las inversiones y el T-MEC.