El 2020 cerró con 254 mil 624 muertes más de las esperadas.
En México, según la Dirección General de Epidemiología, a la semana epidemiológica 47, (al 11 de diciembre) se acumularon 889 mil 988 muertes por todas las causas, cuando el promedio anual registrado entre 2015 y 2018 fue de 635 mil 364.
Es decir, el exceso de mortalidad registrado el año pasado fue 40 por ciento superior al de años anteriores.
La Secretaría de Salud estima que de los fallecimientos en exceso, sólo el 39 por ciento, 100 mil 588, se deben al COVID-19.
Para Gustavo Oláiz, coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la UNAM, este porcentaje muestra la gravedad de la epidemia de COVID-19 en México.
Precisó que aunque casi 40 por ciento se asocia con coronavirus, el 60 por ciento restante también tiene que ver con muertes originadas por secuelas del COVID-19, así como por males que no pudieron ser tratados a tiempo delante de la emergencia sanitaria, y enfermedades crónicas sin tratamiento.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, el grupo de edad más afectado fue el de 45 a 64 años, con un exceso de mortalidad de 65.7 por ciento.
Para el experto de la UNAM, en todos los casos, el común denominador es la falta de atención por las reconversiones y el mover al personal de otras áreas para la atención COVID.
Lo grave es que la pandemia sigue vigente y en este momento está demandando más servicios, camas y recursos que antes.
"Es de esperarse que se incrementen aún más las defunciones, igual de aquellas que no son COVID, pero que se tendrán que dejar de atender o que la gente, por miedo a infectarse, deje de ir a los servicios de salud".
Hasta ahora, el exceso de mortalidad ha afectado más a los hombres, pues han ocurrido 1.8 defunciones de varones por cada defunción registrada en mujeres.
En las personas menores de 20 años no se ha registrado un exceso de mortalidad y, contrario a ello, hay una disminución en el número de defunciones esperadas.
El coordinador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la UNAM detalló que el exceso de muerte no es un fenómeno exclusivo de México, pero el incremento de casos para el País ocurre después de 10 meses sin tregua, pues nunca han bajado sensiblemente las infecciones o la demanda hospitalaria. "Necesitamos dar un golpe de timón si queremos reducir la mortalidad y letalidad de COVID y otras enfermedades. Sólo así se podrá reducir el número de casos atendidos hospitalariamente de coronavirus y tratar de recuperar el tiempo perdido en otras enfermedades".