Un nuevo grupo de autodefensas compuesto por indígenas y ejidatarios de la comunidad de Altamirano, en Chiapas, surgió en estos días para apoyar a indígenas tzetales y tojolabales en los conflictos postelectorales.
Una docena de vigilantes armados con fusiles y escopetas irrumpieron en el municipio de Altamirano, para unirse a las protestas contra el exalcalde Roberto Pinto Kanter y su esposa Gabriela Roque Tiapacamú, a quienes acusan de un cacicazgo de poco más de 9 años.
Los pobladores señalaron que la pareja ha sumergido al municipio en la pobreza y ha provocado una falta de desarrollo.
Roque Tiapacamú ganó las elecciones del pasado 6 de junio para suceder a su esposo en la presidencia municipal; sin embargo, desde hace ocho días Pinto Kanter permanece detenido contra su voluntad en manos de un centenar de ciudadanos hartos del incumplimiento de obra social, durante 9 años de gobierno.
En un comunicado, el grupo de autodefensas acusó a ricos y políticos de protegerse entre sí "quieren engañarnos creyendo que porque cambiaron de color ya son nuevos, lo que nunca cambia es su indiferencia hacia nosotros los indígenas tzeltales y tojolabales", argumentaron.
Añadieron que la indiferencia de los gobiernos los ha unido y los ha obligado a armarse para sacar a la familia Pinto Kanter del poder a quienes acusaron de aprovecharse "de la paga" para enriquecerse y dejar abandonado al pueblo, que sufre diversas necesidades.
De igual forma aseguraron que en el municipio de Altamirano como en todo Chiapas “la democracia y la justicia tienen precio” por lo que refrendaron el apoyo a los pueblos que se han levantado en armas.