El gobierno de la Ciudad de México apuesta por la optimización de los residuos sólidos para reducir la contaminación y lograr un tratamiento más rentable mediante la nueva e innovadora planta de Azcapotzalco en la que se procesan más de mil toneladas al día.
"La modernidad recae en todo el proceso que se sigue, todos los equipos como el trommel o los separadores óptico, balístico y magnético. Y también la eficiencia de que tengamos la estación de transferencia en el mismo sitio y además en una superficie muy reducida", dijo este viernes en una visita para medios el secretario de Obras de la capital, Jesús Antonio Esteva.
La Estación de Transferencia y Planta de Selección de Azcapotzalco, ubicada en una zona industrial en el norte de la ciudad, fue inaugurada hace cinco días y, dijo el funcionario, está avanzando adecuadamente.
Las instalaciones tienen 11 mil metros cuadrados donde trabajan más de 400 trabajadores y reciben cada día mil 400 toneladas de residuos sólidos.
De estos, 400 son residuos orgánicos que llegan en los camiones recolectores y se transfieren directamente a "góndolas" (camiones más grandes) que se dirigen a plantas de compostaje.
El resto entran a la planta de selección: 240 terminan como rechazo y el resto tienen un destino después de ser seleccionados y separados.
Unas 300 toneladas terminan siendo combustibles fósiles que se venden a la industria cementera, donde los queman para obtener altas temperaturas en los hornos, y 60 toneladas son residuos de materiales reciclables.